Vinilos Blank Generation entrevista a Marcos Gendre

parálisis permanente

Vinilos Blank Generation entrevista a Marcos Gendre

Los adictos a Parálisis Permanente tienen otro motivo más para sonreír. Marcos Gendre (autor entre otros libros, de ‘La distorsión inteligente. Post-hardcore: la reinvención del punk’), aviva el fuego de El Acto con un merecido reconocimiento al grupo liderado por Eduardo Benavente, con el título ‘Parálisis Permanente. Adictos a la lujuria‘. El libro sale a la venta de la mano de la editorial Quarentena, y promete saciar tanto a sus primeros seguidores como a nuevas generaciones, ávidas de reencontrarse con la historia de la banda que marcó una época. Hoy, Vinilos Blank Generation entrevista a Marcos Gendre.

Vinilos Blank Generation ha tenido la suerte de entrevistar al autor del libro, Marcos Gendre, y descubrir los secretos que se esconden tras sus páginas.

En primer lugar, queremos agradecerte tu tiempo para esta entrevista. Sabemos que entre la gran acogida que tendrá el libro y el periodo vacacional, no tendrás muchas horas libres.

Gracias a ti por interesarte por mi trabajo. La verdad es que ahora ando embarcado en varios proyectos que consumen todo mi tiempo. Si tendrá buena acogida o no, aún es demasiado pronto para saberlo, pero espero que sí; hasta ahora, todos lo que lo han leído han quedado me han hecho saber su opinión positiva hacia mi trabajo.

Un libro de Parálisis Permanente se había convertido en una especie de asignatura pendiente dentro de las biografías musicales, pero ¿por qué ahora? ¿Ha habido un renacido interés por la banda?

La verdad es que el proyecto ya nace en septiembre del año pasado. En principio me plantearon hacer un libro sobre su único LP, El Acto. Sin embargo, la historia de Parálisis era demasiado potente como para dejar pasar la oportunidad de hacer una incursión desde el nacimiento de Eduardo, hasta la reciente gira de ‘Ana Curra Presenta El Acto’.

Creo que se han juntado varios factores que han coincidido en el tiempo y están sirviendo para refrescar el legado de Parálisis de forma proverbial. ¿Casualidad? Lo raro es que no hubiera sucedido antes. Para arreglar esta injusticia ahí está la gira de Ana Curra, la reedición en vinilo de El Acto y los tres libros referenciales sobre los años de La Nueva Ola que han coincidido en el tiempo: Música Moderna, reeditado hace poco por La Fonoteca; el de Los Pegamoides, escrito por Patricia Godes. e incluso el que ha escrito Grace Morales sobre el primer LP de Mecano.

Para su realización has contado con muchos colaboradores de primera mano: Javier (hermano de Eduardo, recientemente fallecido), Ana Curra o Jesús Ordovás entre otros. ¿Qué impresión se llevaron al conocer la idea?

La verdad es que ha habido de todo. Lo que sí te puedo decir es que la mayoría de los implicados se alegraron de esta idea. Seguramente la respuesta más entusiasmada fue la de Rafa Balmaseda, quien fue básico para adentrarme en el corazón de la historia. Otros como Servando Carballar y Javier Benavente vieron con buenos ojos este proyecto desde su génesis. En cuanto a Ana Curra, también tengo que agradecer su aprobación final de esta obra y el haber podido hablar con ella. En este último caso, tanto ella como su pareja, Cesar Scappa, me clarificaron varias cuestiones que no tenía claras sobre la sucesión de los hechos en la historia del grupo. Para mí, fue una motivación muy grande haber podido contactar con ellos. Otros como Tomás González y Raúl Alonso, de La Fonoteca, Paralitikos, Claus Groten, Fernando Catalina, Domingo J. Casas, Loquillo, Miguel Trillo, Pako Jeremy, de 40 Putes, y, sobre todo, Patricia Godes también aportaron un más que importante granito de arena.

Sólo clarificar que Ordovás no colaboró en este libro; tampoco se lo pedí. Al respecto de un libro de Vainica Doble, que estuve escribiendo entre 2012 y 2013, me cedió una entrevista genial del ’76 a Carmen Santonja, pero me dejó muy claro que andaba muy escaso de tiempo para otras cosas. Visto los libros de entrevistas que tiene preparados, está muy claro que andaba metido en un proyecto de gran relevancia.

Entrevistas, crónicas, fotografías, anécdotas… ¿cuánto te ha llevado el trabajo de campo previo a la publicación? ¿Qué respuesta esperas de los lectores?

Escribirlo no me llevó más de un mes. Eso sí, anteriormente tuve un trabajo de unos cuatro meses, entre documentarme, buscar fotos y conseguir entrevistas.

En cuanto a la aceptación del libro, por ahora puedo decir que me quedo más que satisfecho, ya que la misma Ana Curra me felicitó por mi trabajo. Sin duda, esa es la crítica más importante.

De la gente, espero que encuentren la inspiración de dos personalidades tan desbordantes como las de Eduardo y Ana. Creo que el primero fue un ejemplo de actitud sin cortapisas, de nunca mirar atrás, siempre hacia adelante. Lo mismo se puede decir de Ana, de quien pienso que siempre ha estado considerada de una forma muy sencundaria dentro de la historia de Parálisis. Precisamente, uno de mis objetivos fue ponerla en su sitio, uno básico.

Además de la parte musical,  el libro (creo) también se acerca al lado humano de los miembros de la banda; su forma de pensar, su afán provocador, el “háztelo tú mismo” como seña de identidad, etc. ¿Cómo era la vida ante los ojos de Eduardo Benavente?

Por todo lo que me han contado sus allegados, la vida ante los ojos de Eduardo era como una naranja a la que había que exprimir hasta la última gota. En su cabeza siempre estaban cociéndose nuevos proyectos, grupos, discos, colaboraciones. Era tremendamente inquieto, todo lo interesaba. Incluso, acudía al sitio donde se cortaba el acetato del vinilo para ver el proceso.

Era un poco como el Bowie español. En apenas cuatro años aprendió a tocar varios instrumentos, tocó en media docena de grupos, se adentró en el mundo de la producción, tuvo dos transformaciones sintomáticas -debido a sus viajes a Londres- y siempre se adaptaba como un camaleón, según el momento que le tocaba.

Para aquellos indecisos que todavía no lo hayan comprado, ¿qué se van a encontrar? ¿Nos puedes desvelar alguna sorpresa?

Lo que se van a encontrar es una historia que empieza en los orígenes del propio Eduardo hasta en resurgimiento de Ana Curra en estos últimos años. Entre medias, no sólo podrán adentrarse en la historia de Parálisis y sus orígenes, sino que también se podrán sumergir en una época donde la música española estaba cambiando a una velocidad terminal. Para mí, un factor clave ha sido darle la voz a los verdaderos protagonistas de toda esta historia: de Rafa Balmaseda a Servando Carballar, pasando, cómo no, por Ana Curra. Diferentes perspectivas de unos años que, curiosamente, siempre coinciden en denominar como invento institucionalizado eso de ‘La Movida Madrileña’.

En cuanto a sorpresas, hay muchas. En estos casos prefiero no desvelarlas. Eso sí, daré un par de pistas: las citas de Rafa Balmaseda y la infancia de Eduardo, relatada por su hermano, Javier.

Parálisis Permanente nace en una época de efeverscencia musical y creatividad sin precedentes en España.  Pero ya en sus inicios, las letras, la estética o el sonido distaba mucho de la mayoría de bandas de la llamada Movida. ¿Fué un grupo “contracorriente”?

Creo que como el resto de bandas surgidas en aquellos años, Parálisis mamaron toda la influencia de aquellos años post-punk británicos. De Joy Division a Killing Joke. Cada uno adaptó las nuevas fuentes de una manera muy particular. De la reinterpretación surrealista de Joy Division, llevada a cabo por Derribos Arias, hasta el pop sombrío de Décima Víctima. Hubo varios grupos a contracorriente durante esos años. Eso sí, la estética como de película ciberpunk de Murnau que tenían Parálisis les llevó a tener un impacto mayor que cualquier otra formación independiente de la época.

Mas que a contracorriente, pienso que si Carlos Berlango fue el gran creador de su generación y Alaka la imagen, entonces Eduardo fue claramente la actitud y el carisma.

La banda sufre varios cambios de formación pese a su corta carrera. Una vorágine muy común en los grupos de los ochenta. Javier es el primer vocalista, varios de sus miembros son ‘ex-Pegamoides’, Rafa Balmaseda se incorpora tras la marcha de Nacho Canut a Dinarama, Toti Arbolés, Jaime Urrutia… ¿Cómo afectaron los cambios en la evolución  de Parálisis Permanente?

El primero de los cambios más significativos se produce cuando Eduardo sustituye a Javier como solista. Ahí el grupo gana muchos enteros, gana en personalidad; Eduardo ya está donde más le gusta: en primer plano. Otro momento clave será la aportación de Ana en ‘Quiero Ser Santa’, el segundo EP del grupo. Aparte de aportar una composición tan impactante como la titular del disco, sus teclados ya irán marcando la dirección a seguir en el futuro. Pero quizá el cambio más sintomático se produce cuando Nacho Canut deja el grupo. Desde ese momento, es cuando el grupo pasa a contar con Rafa al bajo. Creo que con Rafa, de repente, las posibilidades del sonido del grupo se multiplicaron. Otro dato a añadir, es la presencia de Antonio Moreno, a la guitarra, y Toti Árboles – este último por Johhny Canut-, a la batería, en la última encarnación del grupo como quinteto. Con la soltura de Toti y el apoyo de Antonio a la guitarra, Eduardo se encontraba más suelto en directo, y la banda había ganado en consistencia.

A pesar de tener escaso material de estudio, Parálisis Permanente es considerado un grupo de culto de la escena after-punk de nuestro país. ¿Hasta dónde hubiesen llegado si aquel accidente no se hubiese cruzado en sus vidas?

Como el mismo Rafa me comentó, la línea a seguir estaba en ‘Nacidos Para Dominar’ y ‘Sangre’, los dos temas de su single póstumo; aunque esta senda ya se había podido certificar en ‘Esa Extraña Sonrisa’, el último corte de ‘El Acto’. Tras la marcha de Nacho Canut, la influencia ramoniana había dejado paso a un sonido progresivamente más panorámico, con más matices. El arte de la contención pasó a ser el molde de muchas canciones nuevas. Por decirlo de alguna manera, están muy claros los dos puntos del viaje llevado a cabo por la banda desde sus comienzos hasta su última etapa: de los Ramones a los The Cure, de Faith y Seventeen Seconds. Por supuesto, esto no es más que una referencia. En realidad, Parálisis habían alcanzado un perfil tan personal en su sonido, en tan poco tiempo, que se hace imposible saber por donde habrían avanzado en el futuro. Lo de Eduardo era quemar etapas en tiempos record.

El pasado mes de Junio, pudimos disfrutar de ‘El Acto’ de Ana Curra, que entre tú y yo me pareció una mezcla perfecta entre mística, recuerdo y un directo vertiginoso, muy pasional. ¿Crees que el trabajo de Ana es el mejor tributo posible a Parálisis Permanente?

Por supuesto que sí. Se han decido muchas chorradas sobre si su gira es oportunista. Sinceramente, mucha gente olvida que ella también fue autora de muchos de los temas de Parálisis. Puede hacer lo que le de la gana; está en su derecho. Por otro lado, creo que lo suyo es mucho más que un simple homenaje: realmente está dando nueva vida al legado paralítico. En sus conciertos se palpa una intensidad visceral. Los temas tocados no son reinterpretaciones del pasado; son como el Ave Fenix: renacen para, en su caso, no sólo reivindicar la figura de Eduardo, sino también la suya propia.

Para terminar una curiosidad, háblanos de ‘la zancadilla’, ¿somos tantos con la mente enferma?

No sé cuantos somos, pero espero que haya más de los que pienso. Es muy importante estar enfermo: tener la necesidad continua de descubrir discos, libros, obras de teatro o películas que no han tenido la suerte de poder llegar a mucha gente. Tanto yo como nuestro experto en cultura asiática Rubén Sanchez y la genial escritora Carmen Viñolo – quien está a punto de publicar un libro sobre Twin Peaks que será de referencia-, abogamos por sacar a la luz lo que siempre se encuentra tapado por la mediocridad más insulsa. De los discos olvidados de Kate Bush a la literatura de fregadero de Edward Bunker, pasando por historias de figuras, siempre secundarias, tan fascinantes como Martin Hannett, el tan excentrico como genial productor de Joy Division. Aparte de esta función, desde nuestra sección ‘Dolor de muelas’ intentamos hacer un tajo dentro de lo establecido. Creemos que es esencial que la gente pueda tener acceso a otro tipo de información sobre el mundo preestablecido que nos rodea. Invitamos a que cada uno piense por sí mismo, sin las deprimentes influencias generalizadas. La filosofía y la crítica pueden ser muy enriquecedoras si nos amplián la panorámica.

Como última finalidad, nos preocupa mucho el hacer artículos jugosos, no los recorta y pega tan habituales. Por eso también publicamos uno por día, para que el trabajo puesto en cada uno de ellos se pueda degustar como se merece.

Creo que el espíritu de lazancadilla.com se puede resumir en tres palabras: ‘No informamos, inspiramos’.

 

                                                     Mil gracias!

                                   VINILOS BLANK GENERATION

 

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