Punk 1982 UK: año de redención para los pioneros del punk
Años 80. ¿Había punk 1982? No había mucho “hueco discográfico” para los que unos años antes prendieron la llama del punk en Reino Unido. Mantener la esencia e intentar no morir con la corriente New wave se hacía complicado. Hoy en Vinilos Blank Generation repasamos cómo fueron los primeros discos de estudio de 4 de las mejores bandas de Reino Unido del 77.
Punk 1982 UK: 5 años después del 77
Años 80. Se inicaba una nueva década y el interés de las compañías mainstream se centraban en todo lo que desprendía olor a New Wave; los sellos alternativos más puristas fichaban el sonido post punk, y el hardcore se abría paso a velocidad…pues eso, de vértigo.
Sobrevivir, adaptarse en unos casos o ser todo lo fiel que te dejaban los tiempo new wave en otros, la suerte de las primeras bandas del punk británico fue dispar en su entrada en la nueva década.
THE CLASH – COMBAT ROCK (punk 1982)
Exceptuando a The Clash, que con un más que meritorio disco “Combat Rock” (CBS 1982) mantuvieron ventas, giras, seguidores…amén de discusiones internas.
Y es que la banda de Strummer mezcló novedosos ritmos como en “Straigh to Hell”, pasando por la archiconocida “Rock the Casbah”, la cañera “Know your Rights” o el himno “Should I stay should i go” cantada por Mick Jones quien junto con Topper Headon en la batería, pondrían punto y final a su idilio con la única banda que importaba.
CHELSEA – EVACUATE (punk 1982)
Segundo disco de estudio de la banda de Gene October. Pese a estar en el boom ya en el 76 londinense, su primer disco homónimo “Chelsea” (Step-Forward records 1979), vería la luz cuando varios de los grupos de la primera ola del punk ya casi se habían disuelto.
Después llegaría e imperdible “Alternative Hits” (1980) y nuestro “Evacuate” (Step Forward records 1982), el primer disco de estudio en la década de la zozobra.
Contra todo pronóstico, una producción y una banda maduras dieron buena cuenta d elos que todavía buscaban un sonido parecido a lo que una vez se escuchaba en el 77, con la evolución propia del tiepo. “Evacuate”, abría el disco y formaba parte de muchos de sus directos décadas después.
“War across the Nation” fue el primer single y otras como “How Do You Know” mantenía la esencia de Chelsea de los inicios. Para coleccionistas, la reedición de LTEV de 2016 contenía 2LP.
Uno de ellos con material muy interesante; las versiones de singles como las dos antes mencionadas y otros cortes como el single publicado en tierra de nadie en 1981 “Freemans”.
STIFF LITTLE FINGERS – NOW THEN (punk 1982)
Vaya genial banda Stiff Little Fingers, quienes después de los primeros vertiginosos años entre discos y directos (véase “Inflammable Material”, “Nobody´s Heroes”, “Hanx” o “Go For it”). La banda de Jake Burns nos deleita “Now Then” (Chrysalis 1982).
Y abre con una sorpresa agradable con aire power-pop como “Falling Down”. Sigue la melódica “Won´t be told” donde parece que el frontman ya no parece muy interesado como años atrás en forzar al máximo su característica voz en cada estribillo.
Como novedades la banda contaría con Dolphin Taylor a la batería, manteniendo el trío Burns-Cluney-McMordie. “The Price of Admission” sería la balada, mientras que “Talkback” y “Bits of Kids” serían los singles. “Listen” salió como EP un año antes.
THE VIBRATORS – GUILTY (punk 1982)
Venía The Vibrators de dos iconos como “Pure Mania” (1977) y V2 (1978). Pat Collier, compositor y bajista de Vibrators, fue el que se empeñó en reunir a la banda del anonimato de 3 años. Anagram Records publicó la continuación de Vibrators con “Guilty”.
Tras los aullidos de Knox en “Wolfman Howl”, vendría la cover “Rocket to the Moon”. No sería la única y es que se animarían con “Jumpin Jack Flash” de los Rolling.
Y por redondear un poco lo incomprensible, volvería su clásico “Baby Baby” de Puremania.
A pesar de los desacuerdos por los royalties a repartir y que se traducirían en composiciones muy desiguales, Vibrators todavía tenán que ofrecer; “Do a Runner” es una maravilla.
Punk 1982 UK: la evolución
1982 no fue el mejor año para el punk clásico británico, pero sí un momento clave para medir su capacidad de adaptación y resistencia. Aquellas bandas que en el 77 incendiaron escenarios con furia juvenil se vieron obligadas a tomar decisiones: o evolucionar hacia nuevos sonidos —más cercanos a la new wave, el post-punk o incluso el pop—, o quedarse ancladas en una escena que ya no tenía el mismo eco mediático ni comercial. Algunas lo lograron con elegancia, otras se desdibujaron en el intento, pero todas dejaron huella.
Porque aunque los focos ya no apuntaran al punk con la misma intensidad, su espíritu seguía latiendo en cada disco, en cada letra que hablaba de descontento, identidad y búsqueda. Y hoy, desde el surco del vinilo, siguen recordándonos que prender la llama fue solo el principio.